Cuenta regresiva...

Y bueno, un poco extraño esa sensación de ir "como vaca al matadero" que tuve en mi primer parto; vas como una tonta romántica, teniendo una absurda idea de lo que se puede tratar. Hoy por hoy, a días del segundo, me encuentro aterrada; sé de lo que se trata, sé lo que duele, sé lo fuerte que es esa experiencia y sè que me tiene acorralada.
Pero la verdad de la milanesa es el TERROR que le tengo al después, es decir, al momento de llegar a casa con la bebita y la reacción de mi pequeño terremoto de 2 años y 8 meses.
Porque ahora sí que se complico; con Juan Manuel había exclusividad, no había nada más que hacer que dedicarme plenamente a él... Pero ahora? AHA!!!! Catalina, agarrate le capelina!
Solo Dios sabe que puede pasar, como voy a hacer para que todo resulte bien, para que el enano no intente asesinar a su hermanita alias "la intrusa"; o para hecerle sentir que nada cambio y que el sigue siendo el príncipe de la casa.
Hay dos opciones: la primera y más optimista, es que todo, a la larga, salga bien; y la segunda es que yo termine internada en un psiquiátrico... voto por la primera.