Confesión

Sí, es verdad, en el embarazo engordé 28 kilos.
Cuando quedé embarazada pesaba 57kg, y en el momento del parto pesaba 85kg; justito ahí solo perdí 7kg; y en estos dos meses perdí otros 8 kilos.
Ahora; nunca me preocupé tanto por mi figura ( solo lo normal), pero esto de ser una vaca lechera me esta matando.
No quiero sonar superficial, pero no me acostumbro a este cuerpo y siento que ya no tengo escusas para estar así. No me entra la ropa, no me agrado frente al espejo (pensemos que con 15kg menos peso 70kg. bastante lejos de mi peso habitual).
Si, ya se que ya los voy a bajar, que tengo que tener paciencia; pero el problema fundamental es la falta de voluntad, la poca resistencia a los dulces y los panificados.
Ni siquiera este calor agobiante que hace me ayuda, y mi mala alimentación que me caracteriza, me hace batalla al momento de ingerir cosas light o "sanas".
Es la eterna lucha de una mujer contra su flotador.
(Ojo! sé que es mi culpa por haber "devorado" como una loca mientras estaba embarazada).